lunes, 30 de mayo de 2011

Undía.

Un día me verás llorando por los suelos, y al siguiente dando saltos de alegría. Por las mañanas puedo ser la más odiosa y por las tardes la más encantadora.
Habrá días que estaré 24 h contigo, abrazándote, agobiándote, haciéndote reír. Otros, sin embargo, notarás que no estoy aquí, que nada me incumbe.
Con el tiempo verás que soy de extremos, que conmigo es blanco o negro: o te quiero o te odio, o algo me gusta o no puedo ni verlo, o me da igual todo o todo me influye.
También te darás cuenta de que me doy entera a todo, que las cosas las hago dando todo de mi.Que cuando lloro, lloro hasta soltar la última lágrima, que cuando río, se me sale toda la fuerza en cada carcajada, que cuando me enfado, lo hago con toda mi energía, que cuando grito, me dejo la garganta y que cuando beso, lo hago como si fuera la última vez.
Después de darte cuenta de todo eso, sabrás que cualquier día, a cualquier hora, me puedo ir de tu vida tal y como llegué. Para ese día ya habrás descubierto que es inevitable cogerme cariño. Pero no te preocupes, cuando me vaya ya me conocerás lo suficiente y sabrás qué hacer para que vuelva, sino lo sabes todavía, que volvere.

No hay comentarios:

Publicar un comentario